jueves, 4 de septiembre de 2014

Los Mosaicos Bizantinos. Hecho por Nicolás D'Amico.

El arte bizantino alcanzó su cenit en el año 527 d.C con los célebres mosaicos de Justiniano y Teodora, ubicados en la Iglesia de San Vital, en Ravena (Italia) El templo cuenta con una planta central y octogonal, coronada por una cúpula central. Su exterior no es muy decorado, con el ladrillo y el mortero como materiales esenciales. En el interior de la Iglesia, se destaca la decoración de los mármoles y los coloridos mosaicos en las paredes.
Estos mosaicos se usaban para decorar y enriquecer los interiores de las basílicas. Los bizantinos utilizaron sobre todo el mosaico, que prácticamente sustituyó a la pintura.
Las imágenes constituían casi un texto visual al servicio de la Fe: las figuras y los símbolos debían dar a conocer a los fieles las verdades fundamentales del cristianismo. De ese mundo sobrenatural formaba parte, al menos en los primeros siglos, el emperador como representante de Dios en la Tierra.



Características del Mosaico:

-Riqueza visual: la variedad de teselas fabricadas con materiales vítreos o dorados enriquece la gama cromática del mosaico.
-Símbolos: el emperador Justiniano, que ofrenda un recipiente de oro, luce una aureola que resalta la condición divina de su cargo.
-Apoyo del Clero: se subraya por medio de la presencia del obispo Maximiano de Ravena, flanqueando por tres de sus subordinados.
-El crismón: el monograma de Cristo fue adoptado por Constantino, el primer emperador romano y cristiano.
-Belisario: Artífice de la conquista de Ravena en 539. A su lado figura otro general, presumiblemente Narsés.
-Influencias: los pliegues de las togas y de las túnicas detonan la influencia griega en la cultura bizantina.

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