viernes, 5 de septiembre de 2014

Movimiento Bizantino: Arquitectura de las iglesias. Hecho por Ignacio Carrió

  La iglesia bizantina constituye una manifestación teológica que pretende ser el resumen de la fe cristiana; buscan, por tanto, representaciones trascendentes y rechazan todo aquello que manifieste materia. Se trata de que todos los aspectos estilísticos y estéticos de estas artes aproximen al hombre a lo divino.
  En consecuencia buscan la anulación espacial mediante:
  •   Fondos de oro como telón de fondo y si no se usa el oro, telones cromáticos.
  •   Representación de paisajes y arquitecturas totalmente conceptuales.
  •   Los suelos no tienen relación real con los objetos o figuras que se depositan en ellos.
  •   Se usan perspectivas conceptuales: las jerárquicas y las diversas fundamentalmente.
  •   Se buscan los arquetipos intemporales, las figuras-esquema, que anulen el concepto de tiempo. Esto lo logran mediante: 
  1.   Se suprimen los moldeados y las sombras, que dan sensación de plasticidad y relieve. Por el contrario, predomina la línea.
  2.   Tendencia a figuras muy estilizadas, ya que la estilización contribuye a manifestar espiritualidad.
  3.   Impasibilidad e inmovilidad.
  4.   Las figuras siempre se proyectan en dos dimensiones, anulan conscientemente la tercera dimensión.
  Generalmente, todas las iglesias repiten este estilo.
  Todas se dividen de la siguiente forma:
  •   El nivel inferior (en los muros): deben aparecer exclusivamente patriarcas del Antiguo Testamento, profetas, apóstoles, mártires y obispos.
  •   En el nivel medio (trompas, pechinas, tímpanos...): deben aparecer historias de la vida de Cristo que recojan sus momentos más trascendentales.
  •   En el nivel superior (cúpulas y bóvedas de horno en los ábsides): debe aparecer Cristo en majestad, la Virgen y los ángeles.
Mosaico en San Vital Santa Sofía. Estambul - Bizancio

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